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CatástrofesÁfrica

África y la urgencia de gestionar los desastres naturales

Kate Hairsine | Josephine Mahachi
5 de mayo de 2024

África es un continente especialmente vulnerable a desastres como inundaciones, tormentas y sequías. Estos no solo están paralizando las economías, sino también costando vidas en toda la región.

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Las inundaciones en Kenia han dejado decenas de muertos.
Las inundaciones en Kenia han dejado decenas de muertos.Imagen: Monicah Mwangi/REUTERS

Después de la peor sequía en décadas, África Oriental está ahora siendo azotada por fuertes lluvias. Al menos 180 personas han muerto en las inundaciones y deslizamientos desatados por las tormentas en Kenia desde que comenzó la temporada de lluvias en marzo, y cientos de miles debieron abandonar sus hogares.

"Las inundaciones de Kenia están totalmente fuera de control", dice a DW el periodista Andrew Wasike. "Las lluvias no paran. Pueblos enteros desaparecieron. ¿Y la peor parte? Los caminos y los puentes fueron arrasados y la gente está aislada, y los pronósticos dicen que las lluvias no pararán en los próximos días", agrega.

Tanzania y Somalia también han sido azotadas por las lluvias e inundaciones, que han destruido los cultivos en la temporada de crecimiento, amenazando la seguridad alimentaria de estos países.  Y estos son apenas algunos de los desastres que afectan actualmente al continente.

¿Por qué África es tan vulnerable a los desastres naturales?

Las razones por las que África está tan expuesta a las amenazas naturales son complejas, pero tiene mucho que ver con la reducida capacidad de los gobiernos y las instituciones para proteger a las comunidades y responder a los desastres.

La gran mayoría de los africanos también depende de la agricultura de secano para alimentarse, lo que los hace especialmente vulnerables a sufrir los efectos negativos de las inundaciones y las sequías. Además, los desastres recurrentes hacen que muchas veces las naciones más pobres no alcancen a recuperarse de una tragedia cuando ya están inmersas en otra.

Por ejemplo, en 2023 Malaui fue azotado por el ciclón Freddy, que arrojó la lluvia de seis meses en apenas seis días, y provocó deslizamientos de tierra e inundaciones que dejaron más de mil muertos. Pero Freddy llegó inmediatamente después de otros dos ciclones que golpearon al país en 2022.

Malaui, uno de los países más pobres del planeta, ha sufrido 16 inundaciones de gran alcance, cinco desastres relacionados con tormentas y dos sequías graves desde 2010, según el Banco Mundial. "Esto casi no ha dejado tiempo para que el país se recupere y ha resultado en una grave erosión a la seguridad alimentaria", considera la entidad.

Los efectos de Freddy en Malaui fueron devastadores.
Los efectos de Freddy en Malaui fueron devastadores.Imagen: Amos Gumulira/AFP/Getty Images

¿Por qué los desastres son tan duros en África?

El cambio climático está aumentando la frecuencia y gravedad de los desastres naturales en el continente, dicen los expertos. La probabilidad de que haya una sequía grave, por ejemplo, se ha multiplicado por 100 en el Cuerno de África. En el sur del continente, en tanto, el fenómeno de El Niño se está volviendo más intenso y prolongado debido al calentamiento global.

Al mismo tiempo, los cambios provocados por el hombre en los entornos tanto rurales como urbanos también empeoran el escenario: "Algunas de estas catástrofes son causadas por la degradación medioambiental, la pérdida de humedales y bosques, por lo que cualquier cantidad de lluvia provoca inundaciones", explica a DW Sosten Chiota, experto en cambio climático.

Además, el aumento de los asentamientos, la deforestación, el pastoreo de ganado y el desmonte para cultivos están afectando dramáticamente el paisaje en muchas zonas rurales, volviéndolas susceptibles a los efectos de la erosión.

En las zonas urbanas, en tanto, la expansión desenfrenada de muchas de las ciudades africanas está provocando que las personas construyan a lo largo de ríos y humedales, destruyendo zonas de amortiguación naturales para las inundaciones. A eso se añade que muchos drenajes están obstruidos por basura.

¿Se puede preparar África mejor para enfrentar estos desastres?

Como en la mayoría de los problemas, no existe una única solución. Sin embargo, han surgido ciertos enfoques en los debates públicos. Una adecuada evaluación de los datos meteorológicos ayudaría a mejorar las respuestas, dice Chiotha. Asimismo, mejores sistemas de alerta temprana permitirían a las personas enfrentar las crisis en mejor pie. En África, más de la mitad de la población no está cubierta por este sistema.

Los daños causados por un desastre se pueden reducir en un tercio si se emite una alerta temprana, según la Organización Meteorológica Mundial. Asimismo, se debate sobre soluciones basadas en la naturaleza, como la conservación de bosques y humedales para reducir las inundaciones.

(dzc/ju)